miércoles, 8 de octubre de 2014

Dinámica de la Transferencia en el G.I.A. - Octubre de 2014

I N S T I T U T O   O S C A R   M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n   R í o   G a l l e g o s


DINÁMICA DE LA TRANSFERENCIA EN EL G.I.A.
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 08 de Octubre de 2014)

Autor: Lic. Cintya González
(Miembro de la Delegación Río Gallegos del  I.O.M.2)

A- El Grupo Institucional de Alcoholismo (G.I.A.) del Hospital Regional  Río Gallegos es un dispositivo de tratamiento que se fundamenta en el Psicoanálisis  Aplicado, según la orientación del Campo Freudiano. 
La temática de las III Jornadas Regionales del I.O.M., en la Patagonia (2014), “La Fragilidad del Lazo - ¿cómo convivir con el otro?”, me interroga en lo siguiente:
- ¿Qué tipo de lazo se produce en los encuentros grupales del G.I.A.?
- ¿De qué manera incide ese lazo en el tratamiento? Pues si bien, los pacientes son convocados por un significante que los conduce a una identificación inicial, en el devenir de las sesiones grupales, cada uno despliega el sentido particular de su malestar.
Se abre la posibilidad de tratar el goce vía la identificación a esos otros y en ciertos casos, según la estructura clínica, se puede poner en cuestión dicha identificación.
Analizar el lazo en el GIA, nos lleva a indagar sobre la dinámica de la transferencia en el grupo, la transferencia inscripta en una política de la cura que la encamina.
B- El uso de sustancias parece obedecer a una política del goce individualista, aún autístico que garantiza una especie de homogeneización a través de la atribución de una identidad común a todos los que la eligen.  Allí reside la paradoja de la globalización “todos lo mismo y cada uno con lo suyo”. La toxicomanía es una causa de la desinserción subjetiva en la medida que afecta al lazo social.
El discurso psicoanalítico se interesa por las particularidades del goce subjetivo que la droga disimula, a saber, lo insoportable del lazo social. La cuestión crucial para los psicoanalistas, consiste en averiguar cómo actuar en el seno del tratamiento grupal, que se apoya en la lógica de la identificación colectiva (identificaciones colectivas que le  garantizan al sujeto cierta forma de identidad y de integración social), con el fin de introducir en ellos el principio analítico de la división subjetiva.
Lo que conviene aclarar es que hay diferentes modalidades de uso del alcohol y eso
establece una diferencia, si bien podríamos decir todos los pacientes que asisten a G.I.A. lo hacen porque tienen problemas con el alcohol, a medida que se lleva adelante el tratamiento va emergiendo en cada uno lo particular.
Para ello es necesaria la intervención por el equívoco por parte del analista, es decir, equivocar aquello que se subsume a que a todos les pasa lo mismo, avalando por un lado, los problemas similares que les ha causado la relación con el alcohol, pero situando las diferencias que hacen a cada sujeto en su particularidad.
Se apunta a que pueda realizarse un despliegue de la metáfora social, del “ser alcohólico” que los agrupa bajo una identificación homogenizante, una desarticulación que haga posible emerger lo singular de su sufrimiento. El grupo allí, puede funcionar como lugar donde ese malestar pueda ser alojado, localizado y elaborado. A partir de allí, es posible el tratamiento a lo insoportable que lo empuja al acto toxicómano.
C- Mauricio Tarrab plantea que la vía del sentido, del desciframiento, la interpretación desarrollada por Freud, y por Lacan en la primera enseñanza, son elaboraciones que orientan la práctica en el tratamiento de las toxicomanías ya que es lo que hace funcionar la transferencia frente al saber del toxicómano de que el Otro no existe.

Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793
E-mail: bapriogallegos@gmail.com

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