I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
LOS JÓVENES Y SU INSERCIÓN EN LA CIUDAD
(Texto a publicado en el diario La Opinión Austral, el día 17 de Mayo de 2017)
Autor: Lic. Mariana Filippo
(Analista Miembro de la A.M.P. y de la E.O.L.; Presidente de la A.B.A.P.; Miembro de la Delegación Río Gallegos perteneciente al I.O.M.2.)
¿De qué modo pueden los jóvenes habitar la ciudad? No es difícil comprobar que la edad en que los jóvenes pueden moverse solos por ciudades medianas se ha limitado notablemente, en estos últimos tiempos. Sin ánimos de dejarme llevar por la nostalgia, resulta sorprendente que, hasta hace cuatro décadas, los niños contaban con autonomía para desplazarse por la ciudad y el acceso a diversas propuestas que no requerían de la presencia de los padres, pero sí contaban con personas mayores.
Desde ya, en el medio hay muchos factores que influyeron en esta transformación, más no quiero apagar la pregunta, es decir, mantener encendida la pregunta de ¿cómo alojamos, qué lugar queda para la infancia y juventud en nuestras ciudades? ¿Forma parte de las políticas de gobierno, socio- educativas?
Las familias y la educación
En la historia, la familia no ha tenido siempre el mismo papel en la educación de niños y jóvenes. Según Philippe Ariès (en “La ciudad contra la familia”) en las sociedades premodernas, la responsabilidad de la educación recaía en la familia, aunque, en muchos aspectos, tanto formal como informalmente, la sociedad en su conjunto contribuía en la socialización y entrada de los niños en la cultura. En ese entonces la ciudad tenía un papel más fluido en el cuidado y educación de la infancia. Los afectos se extendían más allá de los lazos familiares en los que participaban distintos miembros de la comunidad: padres,