martes, 26 de abril de 2016

Mesa de Trabajo - C.I.D. Neuquén - Abril de 2016

I N S T I T U T O   O S C A R   M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n   R í o   G a l l e g o s


C.I.D. NEUQUÉN - MESA DE TRABAJO:
HACIA IV JORNADAS DEL I.O.M.2 EN LA PATAGONIA:
LA TRAMA DE LO FAMILIAR
...o la extrañeza de lo propio

Reseña de la segunda mesa de trabajo del Centro de Investigación y Docencia (C.I.D.) Neuquén, denominada "Hacia las IV Jornadas Regionales del I.O.M.2 en la Patagonia: La trama de lo familiar... o la extrañeza de lo propio". Jornadas que se realizarán el 09 y 10 de septiembre de 2016, en la ciudad de Río Gallegos. 
Con una nutrida concurrencia el día viernes 08 de Abril se realizó la presentación de la segunda mesa de trabajo donde se presentaron en la Universidad Nacional del Comahue (U.N.Co.), Facultad de Humanidades, a las 18:30 hrs., en el aula 07, tres trabajos : “Lo familiar. Causas y consecuencias de la invención de un adjetivo”, presentación a cargo de Luis Martínez, “La familia más allá del ideal”, presentación a cargo de Gabriela Arca y “Puntuaciones sobre el escrito “Lo ominoso” de Sigmund Freud”, Presentación a cargo de Marina Posata.
Marina Posata abrió la mesa trabajando con el texto de Freud “Lo ominoso” (1919). Puntúa que este es un tema marginal para la estética y que está ligado a lo terrorífico, a lo que excita angustia y horror.
Freud decide abordarlo por dos caminos: la creación literaria o las vivencias e impresiones. “Es una variedad de lo terrorífico que se remonta a lo consabido de antiguo, a lo familiar desde hace largo tiempo”. Para él no todo lo nuevo es ominoso, tiene que agregársele algo más. Lo Unheimlich sería el opuesto de Heimlich. Sin embargo el diccionario alemán define a este último desde un abanico de posibilidades que lo llevan a tocarse con su opuesto. Lo Heimlich es lo familiar, doméstico, íntimo, pero también lo clandestino y oculto que provoca horror angustioso.
Freud destaca una definición que le resulta nueva: “lo destinado a permanecer en secreto ha salido a la luz” (Schelling, filósofo alemán). Desde ahí Freud retoma los ejemplos de lo ominoso para Jensch (psiquiatra alemán que tiene un escrito acerca de lo ominoso): la duda de si es animado un ser en apariencia vivo o si tiene vida algo inerte (muñecas, figuras de cera); ataque epiléptico y manifestaciones de locura. En lo literario destaca el cuento de Hoffman "El hombre de arena".
Marina enumera otros lugares que da Freud acerca de la aparición de lo ominoso: la aparición de un doble, la telepatía, la identificación con otro hasta equivocar el propio yo, el permanente retorno de lo igual. En las neurosis obsesivas el supuesto cumplimiento de un deseo de muerte, el encontrarse con una persona en la que recientemente se pensaba (omnipotencia de los pensamientos). La muerte como el más rotundo ejemplo, los cadáveres, el retorno de los muertos. Una persona con propósito de hacernos daño. Miembros seccionados. Ser enterrados vivos. Los genitales femeninos. A estos ejemplos Freud los liga a vivencias y pensamientos de la época infantil.
En la exposición se destaca la explicación de Freud acerca de lo siniestro a partir de ubicar en el prefijo UN, de Unheimlich, la marca de la represión. Cita: “Lo ominoso es lo familiar entrañable (Heimlich) que experimentó una represión y retorna desde ella”.
Para concluir Marina elige un fragmento de la novela de Guy de Maupassant, “El Horla” para hacer resonar lo siniestro en la literatura. 
A continuación Gabriela Arca presentó un trabajo titulado “La familia más allá del ideal”. En el mismo comenzó afirmando que el título bien podría ser más acá del ideal. Cita en el prólogo del texto de Lacan de 1938, "La familia", donde Oscar Masotta dice: ”… abre sobre
la idea psicoanalítica de base: la inherencia del sujeto a la familia -más acá del relativismo de las culturas-, que constituye siempre un acceso a la profundidad de lo real”. 
Continúa la exposición, donde siguiendo a Levi-Strauss, para situar un modo de organización donde no hay nada de natural sino que son leyes las que ordenan la interacción entre los humanos por medio de prohibiciones de ciertas satisfacciones. Estructuras que se transmiten de una generación a otra como bagaje y batería mínima para que replicarla y que es como consecuencia de la globalización de los avances de la ciencia.
El momento estructuralista de Lacan, ubica ahí la cuestión para explicar el Edipo freudiano y su valor liminar, en la transmisión de un deseo inconsciente, a través de la familia.
Gabriela destaca el cambio que se produce en Lacan treinta años después cuando en su escrito “Proposición del 9 de Octubre de 1967” hace una lectura crítica dirigida al propio psicoanálisis por haber confundido la familia, con el peso que toman para el sujeto los objetos y emblemas familiares en su historia, que llama “ideología edípica”, con la verdadera causa del sujeto.
Causa que, citando “Nota sobre el niño” de 1969 de Lacan, sitúa como “La función de un residuo que sostiene (y aun tiempo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las sociedades, resalta lo irreductible de una transmisión (…) que es la de la constitución subjetiva, que implica la relación con un deseo que no sea anónimo”.
Gabriela destaca que la ciencia puede producir vida pero no un sujeto por lo cual la función materna con sus cuidados a la cría llevan un interés particularizado, un deseo singular, que no puede resolver ninguna institución sosteniendo ideales de crianza que funcionan como abstracción, y sí una nominación totalmente singular y encarnada.
Una primera conclusión es que para Lacan, en la civilización afectada por la ciencia, la constitución del sujeto no está garantizada y que los fenómenos de disolución social que ofrecen esos campos de concentración modernos como guarderías infantiles, hospicios, lo que falta es el sostén del deseo singular.
La segunda es que lo que interesa al psicoanálisis respecto de la familia y su disolución es la disolución de la constitución del sujeto en el deseo, del núcleo real, articulación del sujeto y el goce, y esto no es pensar la familia como ideal. De hecho eso es lo que muestra la aparición de lo extraño de lo familiar en el trauma, que al mismo tiempo es constituyente, lo entrañable y su encarnadura.  
Para finalizar esta serie de presentaciones Luis Martínez expuso el trabajo llamado “Lo familiar. Causas y consecuencias de la invención de un adjetivo”. Se partió de una cita de Lacan en el Seminario 5 "Las formaciones del inconsciente", donde investiga el adjetivo familiar en el Diccionario de la lengua francesa de Littre y advierte que hace su aparición recién en 1865, a partir de la ciencia política. Lo familiar se vuelve objeto de estudio desde la política, por lo tanto ya no tiene la misma función estructurante para el sujeto, es decir no tiene la misma relación incluida en las “bases y en los fundamentos mismos del discurso del sujeto”. El que se haya inventado el adjetivo familiar muestra que esa organización comienza a estructurarse de otro modo, por otro tipo de discurso que las pluralizan, hablándose de las familias. Participantes, lazos parentales, sexos y funciones se multiplican en distintos ámbitos del quehacer cotidiano de cada sujeto. Los jóvenes integrantes ya no se referencian respecto de la familia de origen sino respecto de nuevos referentes, donde asociaciones de pares comienzan a introducir nuevos modos de significación de la realidad condicionados por el mercado y el consumo. Citando a Germán García que con una sutil ironía dice que no se encuentra el padre en la cabecera de la mesa sino que la ocupa un televisor al cual se dirigen todas las miradas.
¿Cómo se introduce esta nueva forma de transmisión de la socialización que se observa en estos fenómenos? ¿Dónde se produce la puerta de entrada para que se produzcan estos cambios?
Lacan en el seminario 21 "Los incautos no yerras (Los nombres del padre)", en la clase del 19 de Marzo 1974 se refiere a ese cambio: “Ser nombrado para algo, he aquí lo que despunta en un orden que se ve efectivamente sustituir al Nombre del Padre. Salvo que aquí, la madre generalmente basta por si sola para designar su proyecto, para efectuar su trazado, para indicar su camino”. Agrega que es lo social “lo que detenta ese poder de nombrar para”. Este párrafo fue trabajado en la Escuela de la Orientación Lacaniana (E.O.L.) dentro de los seminarios que daba Juan Carlos Indart desde distintas perspectivas.
En este trabajo la perspectiva es comenzar resaltando el adjetivo significado por el trazado que da la madre, o en quien sustenta dicha función. Sustitución del orden del discurso del amo por el ser nombrado para del discurso universitario. Discurso donde en el lugar del agente está el saber, agregamos saber determinado por lo social que el que detenta la función indique. Es de destacar que esa forma tiene un efecto forclusivo.
Es notable como ese modo aparece una y otra vez, sostenido en la virtualidad de las pantallas, en la multiplicidad de textos que dicen qué se debe interpretar de la realidad y de los lugares de cada quien, en las combinaciones que los agrupamientos humanos signados por los rasgos de goce común que los una interpreten, o en los dispositivos de evaluación que nominan con sus jurados, sus normas y contratos quién entra o no a esos grupos.
Con tanta multiplicidad se podría decir que habría una gran libertad de elección para la cría humana respecto a donde posicionarse pero el asunto es que paradojalmente estas formas de armado muestran una gran rigidez.
¿A qué atribuir esa rigidez del “nombrar para”? La primera explicación que se podría ensayar es que no es lo mismo situar una prohibición como excepción y luego por fuera de ella elegir la multiplicidad de elecciones posibles (la función del no del padre antiguo preferido por la voz materna) que la prescripción de ciertos atributos que afirman positivamente lo posible, pero sólo eso.
El "orden de hierro", así lo llama Lacan, tiene consecuencias para nosotros analistas ya que tienen efectos en la clínica. El supuesto saber que se produce es el de la búsqueda de nominación y no de desciframiento. El saber en el lugar del agente produciendo un lazo que duplica la posición de objeto de quien viene a la consulta o bien un lazo donde el que viene a la consulta tiene el saber y espera el aval y el sostén en el lugar de la verdad del analista como amo silencioso o a veces con alguna frase complaciente (“debes darte permiso para gozar de la vida”). No nos es indiferente ese empuje para que nos expidamos como psicólogos, una suerte de garantes de la salud mental, respecto a la normalidad o no de las concepciones de algún “nombrar para” que traen como causa del malestar o que les aportemos en caso de venir desorientados por no encontrar esa nominación rígida.
O bien, ¿qué sentido tiene lo familiar?; o bien, si un sentido de lo familiar es normal y correcto. Esto, considero explica que una forma actual de aparición de lo extraño, siniestro, es el lazo familiar mismo, en la multiplicidad de dobles producidos a partir de las interpretaciones que lo social genera.  
La ronda de exposiciones finalizó con una animada serie de preguntas del público que dieron lugar a una conversación entre los asistentes y los expositores. ¿Qué diferencia hay entre la angustia y lo ominoso? ¿Cómo abordar como analista a las familias desde la encarnadura singular de cada caso? ¿Cómo no caer en esa función de “nombrar para” que los propios lugares que la civilización actual nos da en los distintos lugares de inserción, es decir, la clínica, la salud, lo jurídico o la educación?

Reseña: Luis Martínez
(Analista Miembro de Asociación Mundial de Psicoanálisis y de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Responsable Local del C.I.D. Neuquén)




Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793

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