I N S T I T U T O O S C A R M A S O T T A 2
D e l e g a c i ó n R í o G a l l e g o s
INCIDENCIA DE LAS TRANSFORMACIONES FAMILIARES EN LA SUBJETIVIDAD - PARTE II
(Texto publicado en el diario La Opinión Austral, el día 25 de Noviembre de 2015)
Autor: Lic. Mariana Filippo
(Analista Miembro de la E.O.L. y de la A.M.P.; Miembro Docente de la Delegación Río Gallegos del I.O.M.2; Presidente de la A.B.A.P.)
Continuamos
en la senda de los trabajos preliminares, que apuntan a las IV
Jornadas Regionales del I.O.M.2 en la Patagonia, denominadas “La
trama de lo familiar ...o la extrañeza de lo propio”,
a realizarse en la localidad de Río Gallegos los días 09 y 10 de
septiembre de 2016, y particularmente con esta temática que
comenzamos a tratar en este espacio hace quince días:
-La familia en Freud y
Lacan.
En los albores del psicoanálisis,
Sigmund Freud incluye al padre al modo de un salvataje, en momentos
en que Viena se había convertido en una gran ciudad que albergaba la
más amplia diversidad de inmigrantes. En esa dispersión, Freud
trató de introducir una invariante: El padre.
La propagación misma del psicoanálisis tiene que ver con los vaivenes de la autoridad. Para Freud el extraordinario aumento de las grandes neurosis a partir de la decadencia de las religiones pone en evidencia el vínculo entre el complejo paterno –núcleo de las neurosis- y la fe en Dios. De este modo el síntoma neurótico queda ubicado como un relevo del Padre.
Poco tiempo después, Jacques Lacan, en su texto “Los complejos familiares” de 1938 atribuía la difusión del psicoanálisis a la declinación de la autoridad del padre. Aquí sitúa a la familia en el lugar de la transmisión que los instintos no proveen. Es decir que, tempranamente en su obra, Lacan se separa de cualquier tendencia
biologicista o instintual.
En la nota que Lacan entrega a la psicoanalista Jenny Aubry, titulada “Dos notas sobre el niño” de 1969, encontramos la siguiente definición de familia:
"…La función de residuo que sostiene (y a un tiempo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las sociedades, resalta lo irreductible de una transmisión -perteneciente a un orden distinto al de la vida adecuada a la satisfacción de las necesidades- que es la de una constitución subjetiva, que implica la relación con un deseo que no sea anónimo”.
Es decir, localiza en la familia conyugal “la función de residuo en la evolución de las sociedades”. De las formas de familia precedentes hay algo que se arrastra de las tradiciones, por ejemplo, según la tradición grecorromana la familia se edifica alrededor del incesto, fratricidio, parricidio y tiranía. Podemos pensar que crímenes donde están involucrados distintos elementos de la estructura familiar, con todo su peso dramático, no son algo nuevo sino problemas de familia ya inventados por las tradiciones o por la literatura. Sin embargo, lo contemporáneo nos confronta con nuevos problemas en la medida que desconocemos los efectos que tendrán algunos avances científico-tecnológicos en la familia.
Ahora bien, esta función de residuo pone de relieve “lo irreductible de una transmisión que es la de una constitución subjetiva que implica la relación con un deseo que no sea anónimo”. En tal sentido la función de transmisión de una familia no es instintual, sino que requiere del encuentro con Otro (con mayúscula), no par, que tenga un deseo particularizado en el hijo. De este modo propicia tanto el alojamiento de ese hijo en la familia como así también un deseo singular en el niño.
La propagación misma del psicoanálisis tiene que ver con los vaivenes de la autoridad. Para Freud el extraordinario aumento de las grandes neurosis a partir de la decadencia de las religiones pone en evidencia el vínculo entre el complejo paterno –núcleo de las neurosis- y la fe en Dios. De este modo el síntoma neurótico queda ubicado como un relevo del Padre.
Poco tiempo después, Jacques Lacan, en su texto “Los complejos familiares” de 1938 atribuía la difusión del psicoanálisis a la declinación de la autoridad del padre. Aquí sitúa a la familia en el lugar de la transmisión que los instintos no proveen. Es decir que, tempranamente en su obra, Lacan se separa de cualquier tendencia
biologicista o instintual.
En la nota que Lacan entrega a la psicoanalista Jenny Aubry, titulada “Dos notas sobre el niño” de 1969, encontramos la siguiente definición de familia:
"…La función de residuo que sostiene (y a un tiempo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las sociedades, resalta lo irreductible de una transmisión -perteneciente a un orden distinto al de la vida adecuada a la satisfacción de las necesidades- que es la de una constitución subjetiva, que implica la relación con un deseo que no sea anónimo”.
Es decir, localiza en la familia conyugal “la función de residuo en la evolución de las sociedades”. De las formas de familia precedentes hay algo que se arrastra de las tradiciones, por ejemplo, según la tradición grecorromana la familia se edifica alrededor del incesto, fratricidio, parricidio y tiranía. Podemos pensar que crímenes donde están involucrados distintos elementos de la estructura familiar, con todo su peso dramático, no son algo nuevo sino problemas de familia ya inventados por las tradiciones o por la literatura. Sin embargo, lo contemporáneo nos confronta con nuevos problemas en la medida que desconocemos los efectos que tendrán algunos avances científico-tecnológicos en la familia.
Ahora bien, esta función de residuo pone de relieve “lo irreductible de una transmisión que es la de una constitución subjetiva que implica la relación con un deseo que no sea anónimo”. En tal sentido la función de transmisión de una familia no es instintual, sino que requiere del encuentro con Otro (con mayúscula), no par, que tenga un deseo particularizado en el hijo. De este modo propicia tanto el alojamiento de ese hijo en la familia como así también un deseo singular en el niño.
-¿Cuál es el interés de la
familia para el psicoanálisis?
Frente
a estos avatares de la familia en lo contemporáneo el psicoanálisis
no puede quedar ajeno, ya que el síntoma se edifica en relación a
lo social. Tal como he dicho anteriormente, las variaciones en la
articulación de la autoridad paterna no significan necesariamente el
fin de la familia, más bien nos indican que exige una
reorganización. En una época en que la relación con la religión
es lábil, frente a la proliferación de prácticas autodestructivas
y disolución de identificaciones, asistimos a un refuerzo de los
sistemas de vigilancia panópticos que se dedican a identificar
cuerpos y modos de satisfacción en desmedro de la construcción de
sistemas simbólicos.
La
apuesta del psicoanálisis es que la ley, vale decir, la transmisión
que atañe a quien representa la autoridad, se encarne en un deseo,
atendiendo a las particularidades de manera tal que no quede
reabsorbida en un discurso universal. Y, podemos preguntar, ¿qué
función le atañe al padre con sus avatares? No sólo prohibir, sino
autorizar una relación confiable con el goce, es decir, con las
satisfacciones que habitan en el cuerpo.
En concordancia con
esta temática, la Delegación Río
Gallegos del I.O.M.2, anuncia el
próximo módulo del Seminario de Estudios Clínicos 2015, titulado
“Hacia las IV Jornadas Regionales del
I.O.M.2 – Río Gallegos 2016 – La Trama de lo Familiar”,
que se llevará a cabo el sábado 12 de Diciembre, de 10:00 a 13:00 hrs. – Lugar:
Campus de la U.N.P.A. - U.A.R.G. - Sector A - Aula 14. El módulo
estará a cargo del Lic. Ariel San
Román, con la colaboración de los integrantes de la Delegación Río
Gallegos del I.O.M.2. Informes:
bapriogallegos@gmail.com – Cel.:
2966-466777 / 2966-690793 – Blog:
http://iom-riogallegos.blogspot.com. – Facebook:
https://www.facebook.com/iom.riogallegos.
Auspicia: U.N.P.A – U.A.R.G – Colegio de Psicólogos de Santa Cruz – Biblioteca Austral de Psicoanálisis
Informes: (02966) 15459476 – 15466777 – 15690793
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